Los nuevos cambios en la sociedad nos llevan a incorporar nuevas variables en los desarrollos de los proyectos de vivienda.
Frente a un mercado que está acostumbrado hacer productos inmobiliarios monotemáticos, las nuevas formas de funcionar de la ciudad toman en cuenta nuevas consideraciones que antes no había sido posible de imaginarlas.
Desde hace casi 20 años, en el Perú se instalaron los centros comerciales modernos, que permitieron incorporar nuevos conceptos para administrar de forma mas eficiente el comercio minorista, con una organización adecuada de los giros comerciales como una oferta integral.
Hoy el crecimiento de los centros comerciales de gran formato se encuentran limitado por la escasez de suelo que permita estos emprendimientos. De esta manera, por ejemplo, el comercio minorista está obligado a seguir creciendo dentro de zonas de la ciudad que no se encuentran accesibles, esto ha causado la compactación de formatos como supermercados, restaurantes y servicios entre otros lo que los ha obligado a adaptarse a soluciones creativas o espacios menores para poder competir con una oferta adecuada.
La compactación del comercio, así como la necesidad de crecer nos permite que empecemos a imaginar soluciones comerciales integradas a la vivienda. El complejo comercial con comercio compacto debe estar administrado de forma centralizada. El comercio que se coloque debe constituir un complemento adecuado para una oferta de vivienda, y a la vez esta constituya un nuevo atributo que le da valor a todo el conjunto.
En los últimos años, Metrópolis trabajó distintos formatos de centros comerciales y esa experiencia nos permite proponer la mejor forma de organizar pequeños conjuntos comerciales con tiendas de pequeño formatos que funcionen como una oferta asociada a un edificio de vivienda. Esta percepción de valor se da, porque en el imaginario del usuario, una oferta comercial complementaria a la vivienda y simplifica el funcionamiento de la ciudad.
Si un producto inmobiliario te da opciones para resolver parte de las actividades diarias dentro mi propio edificio, será percibido como un valor y podrá ser parte de los criterios de evaluación al momento de decidir por un proyecto inmobiliario.
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