Si en algún momento pensaste donde vivir y buscas una combinación de ubicación, estilo de vida y comodidad, sin lugar a dudas pensaste en estos dos distritos. Muy semejantes para algunos, pero con una personalidad que marca ciertas diferencias. Sobre todo al momento de pensar en una inversión a largo plazo.
Ambos lugares son grandes lugares para vivir y disfrutar de la compañía del mar. Miraflores con un estilo más moderno y con Larcomar como punto clave comercial, atrae a cualquier inversionista o a quien está pensando comprar una vivienda. Por otro lado, Barranco es historia y tradición y es el hub de departamentos para un público más joven. Miraflores es un distrito mucho más equipado. Barranco no tiene un gran mall.
La oferta comercial de Miraflores es mucho más amplia, tiene áreas para desarrollar proyectos de vivienda también y es la mira para inversionistas. El lugar reúne una serie de condiciones que permiten combinar la vivienda con otros usos: es buena para hoteles, porque es turística, para oficinas y tiene mucho comercio. A diferencia de Barranco, que está sólo con jóvenes, Miraflores tiene más posibilidades de público, como adultos mayores, por ejemplo.
Las nuevas normativas han ampliado el área mínima de 30m2 a 60 m2 para el 15% del edificio, 75 m2 para el 35% y 90 m2 para el 50% en el distrito de Barranco, quien le dice adiós a la tendencia de áreas pequeñas. De cierta manera, esto le da desventaja al distrito como foco para inversionistas y las nuevas inmobiliarias se ven limitadas a competir con los edificios ya construidos y que se rigen por las antiguas normativas. En cuanto a ordenanzas, también existen diferencias. La municipalidad de Miraflores, ha publicado una nueva normativa que otorga beneficios de menores áreas mínimas, por proyectos sostenibles.
En definitiva, es importante tomar en cuenta esta información, y a manera macro es beneficioso para la ciudad como las gobiernos van asumiendo su compromiso con el medio ambiente y el orden en Lima, tratando de controlar la densidad, mediantes reglamentos más rígidos. El camino es largo, pero esto nos muestra que seguimos avanzando.